¡Hola, hola!, venga que ya llegan los Reyes cargaditos de
regalos y roscones. Cómo no, hoy la receta es de cómo hacerse un roscón casero
de lo más rico y además económico. Qué más
podemos pedir. Lo único que os digo que tenéis que tener paciencia y ser
previsores y hacerlo el día anterior o sea el 4 para poder hornearlo el 5. ¡Pues
que aproveche!
Cantidad: 2 roscones
más o menos 10 personas
Tiempo: Paciencia,
dedicación y cariño
Ingredientes:
Masa madre
120gr de harina de fuerza
30gr. de levadura prensada
1 cucharadita de azúcar
Masa de Roscón
550gr. de harina de fuerza
3 huevos
30ml agua de azahar
Ralladura de limón y de naranja
2 cucharadas de Ron o 3 de vino dulce
40ml. De leche
100gr. de mantequilla en pomada.
200gr. de azúcar
½ cucharadita de sal
Esencia de vainilla o sobres de azúcar aromatizado de
vainilla
Masa madre
Decoración
1 huevo
50g de azúcar
2 cucharadas de agua
Rodajitas de naranja
Lo primero a la hora de hacer un roscón es que tenemos que
tener paciencia, y no agobiarnos, lo mejor prepararlo por la tarde para que al
día siguiente lo podamos hornear. De esta receta nos saldrán 2 roscones.
Vamos a preparar la masa madre, para que nos quede más
esponjoso. No es la masa madre normal, nosotros le vamos a poner un acelerante.
Ponemos en un cuenco pequeño la leche templada y diluimos en ella la levadura.
En otro bol, ponemos la harina de fuerza y la cucharadita de azúcar, le haremos un
agujero central, e iremos añadiendo la leche con la levadura en el agujero.
Mezclaremos bien con una espátula y luego continuaremos con las manos, hasta
poder hacer una bola.
Rajaremos en forma de cruz en la parte superior, para que
la masa suba antes. A continuación cogeremos un bol grande y lo llenaremos de
agua tibia, pondremos dentro la masa madre, que se irá directa al fondo. Cuando
pasen más o menos 10 minutos la masa habrá doblado su tamaño y estará flotando
en el bol. La retiramos y reservamos para más
tarde.
Ahora pasamos a hacer
la masa del roscón, para ello necesitamos un bol o recipiente grande, allí
pondremos los 550gr de harina de fuerza tamizados, y reservaremos de esta unas
4 o 5 cucharadas.
Hora lavaremos la naranja y el limón, y utilizaremos sus
ralladuras (ya sabéis que tendremos cuidado de no rallar lo blanco)
reservaremos.
A parte en otro bol batiremos los huevos con el azúcar, la
esencia de vainilla, la leche tibia, las ralladuras de limón y naranja, las
cucharadas de Ron o vino dulce, la sal, batiremos enérgicamente hasta que todo esté
bien mezclado. Se puede hacer con la batidora.
En el bol de la harina, haremos un agujero en el centro con una cuchara, y echaremos la mezcla
anterior poco a poco, con una cuchara de
madera iremos mezclando de fuera a dentro con cuidado, hasta que esté todo bien
mezclado, a continuación pondremos la mantequilla a punto de pomada, el agua de
azahar, y la masa madre que hicimos antes y que tenemos reservada. Seguimos
removiendo la masa durante unos 5 minutos. Esta masa será una mezcla pegajosa
pero firme.
Ahora prepararemos la zona donde vamos a amasar, esparcimos
un poco de la harina que apartamos, y
sacamos la masa del bol y empezamos a amasar con las manos aceitadas, para que
sea más fácil. Poco a poco podremos manipular la masa con más rapidez y se
deberá quedar elástica y homogénea. El tiempo de amasado será de uno 15 minutos.
(Si tenéis amasadora también lo podéis hacer ahí).
Una vez terminado el amasado, haremos una bola con la masa
que estará un pelín pegajosa y la dejaremos reposar en un bol grande aceitado
para que no se pegue y lo tapamos con un paño de algodón, durante 3 horas o 4
hasta que dobla o triplica su volumen. Yo lo dejo en el frigorífico toda la
noche, ahí le cuesta subir más y el roscón se queda más esponjoso.
Una vez que ha pasado el tiempo correspondiente y que la
masa ha duplicado su volumen, le quitaremos el aire amasando un poquitín y la
dividimos en dos y le damos otra vez forma de bola, y dejamos reposar otros cinco minutos.
Ahora ya le podemos dar forma al roscón introduciendo los
dedos en el centro y vamos agrandando el agujero hasta que coja la dimensión
que queramos. Se puede poner un vaso previamente aceitado en el centro para que
no se cierre la masa, luego se quita antes del horneado. Aunque parezcan
delgaditos los roscones luego en el horno crecerán.
Ahora se puede colocar la sorpresa, que la envolveremos en
papel film (ojo cercioraros que no se deshará dentro con el calor), colocaremos
el roscón sobre la bandeja del horno con papel de hornear, lo cubriremos con un
paño y dejaremos reposar 2 horas más, (¡ánimo
que ya es lo último!) hasta que doblen su tamaño, como ahora hace frío ponerlo cerca de una fuente de calor, o bien calentar el horno a 35º C, apagarlo e introducir los roscones tapados.
Ahora sí, vamos a decorarlo, primero batiremos un huevo, y
pintaremos nuestro roscón con una brocha y con cuidado, luego en un cuenco a
parte pondremos 50gr. de azúcar con unas gotas de agua y amasaremos con los
dedos para que se quede apelmazado y podamos ponerlo por encima, lavaremos y
cortaremos en lonchitas finas la naranja y la pondremos a modo de decoración
(si queréis ponerle almendras, guindas o frutas escarchadas, lo podéis hacer).
Precalentaremos el horno a 180º C, pondremos los roscones de
uno en uno. El tiempo de horneado será de 18 a 20 minutos, dependiendo del
horno, ¡Ya sabéis! Sacaremos del horno cuando este doradito y dejaremos
enfriar.
Listo para un chocolate con roscón. ¡Delicioso!
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