Supongo que a vosotros/as también os ha ocurrido que decidís
hacer alubias blancas, pintas o garbanzos, vamos en general las legumbres y
llega el día siguiente y no te has acordado de ponerlas en remojo. Pues esto me
pasó el fin de semana pasado, y mi hija empeñada que quería alubias, entonces
me dije: voy a poner en práctica este truco que había oído por ahí, que si me apuráis
creo que lo he leído por la red también, y por desconfianza no me había atrevido
a hacer.
Pues coloqué mis alubias en una cazuela, las cubrí de agua fría,
y las puse a hervir. Una vez hayan hervido apagaremos el fuego y las dejaremos
reposar hasta que doblen su tamaño, más o menos será ½ hora. Yo las tapé y las
dejé, y efectivamente doblaron su tamaño como si de una masa se tratase.
Después las escurrí y las cociné como si hubiesen estado en
remojo toda la noche. Sorprendente pero cierto, estaban buenísimas, blanditas y
mantecosas como a mí me gusta.
Probarlo y me contáis qué tal os ha ido.
Hasta pronto.
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